miércoles, 7 de mayo de 2008

Mardonio Carballo en Canal 22

Felicitamos el Tlakuache por su nuevo programa al cual deseamos una larga vida... Y publicamos este maravilloso articulo de Cuberto Bastida (Milenio, 4 de Mayo)


"Una mirada indígena en la televisión... de Raíz Luna


Como parte de su nueva programación, el Canal 22 lanzó al aire un programa creado por el indígena nahuatlaca Mardonio Carballo, el cual transita entre el reportaje y el documental, echando mano de la poesía y el ensayo, para hablar sobre la vida contemporánea de los pueblos indios de México.






Por increíble que parezca, en un país donde se hablan 63 lenguas indígenas, donde los conteos de población muestran que hay entre 17 y 20 millones de hablantes de dichas lenguas, donde hay miles de poetas, cuentistas, actores, músicos, pintores, escultores, bailarines, intelectuales y filósofos indígenas, donde la retórica de la clase política se solaza todos los días hablando de multiculturalidad y plurietnicidad, donde los libros de texto gratuitos de la primaria nos han recetado desde la infancia —casi siempre muy pasmosamente— el enorme valor e importancia de la riqueza cultural de las etnias que integran el Estado-Nación que habitamos, apenas el pasado miércoles 9 de abril la televisión mexicana exhibió en su pantalla el primer programa sobre los pueblos originarios de México realizado por un indígena.

Así, el Canal 22 lanzó al aire como parte de su nueva programación De raíz luna, un programa del indígena nahuatlaca Mardonio Carballo, que a las 12 de la noche de todos los miércoles y con una repetición a las 7 de la tarde de todos los jueves, transita entre el reportaje y el documental sin asirse plenamente a ninguno de estos dos géneros, echando mano continuamente de los recursos de la poesía y el ensayo y, teniendo como pivote temático la vida contemporánea de los pueblos indios de México.

De raíz luna, explica Carballo, es un trabajo que “no pretende ser un documento etnográfico ni folclorista”, se trata más bien de un programa “donde hablarán los propios indígenas de los temas que les son importantes” desde su propia cosmovisión y más allá de “la óptica romántica que ha hecho mucho daño a los pueblos y a su cultura, por mirarlos como monolitos que provocan curiosidad”.

Consciente de la aberración que significaría concebir a los pueblos indios como culturas puras que pueden vivir y reproducirse al margen de los desplazamientos demográficos, la creolización del lenguaje, el sincretismo de las religiones, el mestizaje de las razas y la hibridación de las culturas, Mardonio explica que, como es lógico, De raíz luna incluirá “la palabra de los mestizos que construyen junto a los indígenas la dinámica social que comparten”, y unas cuantas, muy pocas por cierto, voces y poses de especialistas; quienes además, muy frecuentemente pretenden convertirse en los voceros de los indios. “Los indígenas no necesitan que los rescaten ni que alguien hable por ellos, porque están completamente vivos. Necesitan actos de justicia y lo que hay que modificar son las condiciones de miseria y marginación en las que viven”.

En la génesis de esta propuesta televisiva se encuentra el segmento radiofónico Las plumas de la serpiente que este mismo autor elaboraba para el noticiero Hoy por Hoy que la periodista Carmen Aristegui conducía en W Radio hasta el pasado 4 de enero y en el que Mardonio presentaba alternadamente los avatares, pigmentos, sabores y sinsabores de la vida de los indígenas concretos y palpables de nuestro país, más allá de los iconos que la adocenada cultura oficial moldea para los ojos del turismo, o la que se diseña degradando el vestido de las etnias cuando es utilizado como ridículo disfraz ataviando a gobernantes desamparados de identidad en sus giras donde publicitan sus sesudas y fantásticas fórmulas para acceder al paraíso terrenal.


Como la originalidad es solamente falta de bibliografía, De raíz luna no viene a dar la luz sobre los asuntos que aborda, el aporte es el enfoque desde el cual serán mirados los temas: la perspectiva de los propios pueblos. Un abanico que irá abriendo sus varillas y que busca “evitar la coyuntura mediática” en que el devenir de los indígenas entró a partir del levantamiento armado del EZLN allá en 1994, cuando casi todos los medios de difusión volcaron sus antenas hacia las etnias del país, muchos de ellos con actitudes abiertamente racistas, despreciativas y reduccionistas, otros desconsoladamente paternalistas, y sólo unos cuantos fuera de estas dos legiones, generando un boom que para bien o para mal se desinfló cuando la pluma del Sub Marcos empezó a hacer agua y dejó de encantar a la izquierda soft que organizaba zapatours, pero que regateaba todo tipo de derechos a la trabajadora doméstica y al albañil dela convivencia cotidiana.

Mirarse en el espejo de De raíz luna nos permite reconocer el color moreno de nuestra piel de manta, una mirada indígena en la tv sin intenciones indigenistas. Treinta minutos en la televisión cultural del Estado pagados con los impuestos de la gente que retozan en aquella frase de Silvio Rodríguez: “Porque no cuesta nada mirarse para adentro”.

Para este indígena de Chicontepec, Veracruz, que desea, entre otras cosas, la reproducción de medios de difusión que reflejen el mosaico completo de los muchos pueblos que hacen México, la apuesta es por que los indios tomen la palabra en su condición de creadores no sólo de la cultura simbólica, sino también de la tangible y de la riqueza económica del país.


El nombre del programa De raíz luna es una forma poética de decir De raíz México, la palabra México significa el ombligo de la luna, pero para no decir De raíz México, que sería como hacerle un anuncio a la selección de futbol, ponemos De raíz luna, que es mirar la luna desde otra cara, desde otro lado y mirar el lado oscuro de la luna. Jugando un poco, obviamente, con esa creación de Pink Floyd: "The dark side of de moon”. Queda claro que no hay pretensiones de divorciarse ni aislarse de las andanzas culturales de otras latitudes.

La óptica exotista de cierta etnología trasnochada, lloroncita, preciosista y con enorme difusión en los medios que parece sólo ver en las culturas indígenas danzas, vestuarios, fiestas, máscaras, colores, artesanías, objetos de museo y ornamentos, comparte ahora la pantalla televisiva con un programa que aborda los conflictos políticos, las contradicciones económicas, las luchas sociales, la organización comunitaria, los choques interétnicos y las confrontaciones socioculturales, entre otras cosas, que integran la vida de los pueblos indios. Un programa que además reclama un espacio en el feudo de las industrias culturales: “Se supone que el espacio radioeléctrico es de todos los mexicanos, y por lo tanto también debe ser de losindios”, truena Mardonio."



Cutberto Bastida Milenio. (domingo 4 de mayo)